viernes, 31 de marzo de 2017

Nº 32. Un lugar insignificante.


Andaba por la vida,esa que he calificado de laberíntica .Desorientado,cargado de estupor, de dudas por el hecho de ser así. Sin darme cuenta llegué a ese lugar, un barrio del arrabal.Me recordó a los viejos conventillos de otros tiempos, a la película La calle del pecado,o Carlitos vigilante.Esos eran en blanco y negro o grises.Este no,lleno de colores,luminoso,aunque estuviera nublado o lloviera.Pura luz,puro color.
Una voz relatora completó lo que veían mis ojos.Oyendo las voces,oliendo los olores.Los momentos.Todo en un desorden natural muy organizado
Los chicos, siempre los chicos jugaban, se peleaban.Al sol un gato dormía , un perro y una perra estaban abotonados hasta la eternidad.Desde una ventana una madre le grita a su hijo que suba pàra hacer los deberes El insuficiente que tenés no lo vas a levantar más.
Los chicos no se parecen a Juancito Caminador
Un maullido se suma al bullicio.Al gato dormido le pegaron un piedrazo.Así son de inocentemente malos los pibes
Aparece caminando con paso vacilante  un borracho que en cualquier momento se despacha con palabras de honda profundidad y filosofía
Llegan ellas, las dos rameras,ajadas, no son jóvenes.Entran a su cubículo para acostarse, cuando es sabido que descansan mejor cuando están paradas.
Unos ladrones las saludan.Ellos también vuelven de su "trabajo".Tienen sus códigos.Por lo que se ve escaso botín.La voz me comentaSi incursionan en lugares más abundantes. regresan a los pocos días cagados a palos y sin nada, la cana se los incauta para ellos
Pasa un obrero .Ese es comunista.Tira y nos reparte volantes políticos.Nos propone un mundo mejor No parece un revolucionario, aunque pretende serlo, solo un soñador.¿Mejor que esto?.No hay poetas. todos son parte de un gran poema.Notas de una bellísima partitura.Una sinfonía en apariencia inconclusa porque le agregan nuevos movimientos.Aires Artleanos.Para nada borgeano, sería demasiado literario.
La voz me preguntó dónde iba. Respondí no sé.Estoy de paso, desorientado.De pronto me pregunté si mi interlocutor no sería el Juancito Caminador ya adulto.  Al margen de ese pensamiento que se me cruzó en ese instante le contesté que ese lugar insignificante, nada para el cosmos, era el mejor lugar y que estaba pensando quedarme.
Abrí los ojos y el hechizo se rompió.

Veji 

miércoles, 22 de marzo de 2017

Nº 31. Notas conmigo.


Soy contemporáneo.Un privilegio o no.Partícipe y espectador.Mi primer desafío en esto así titulado.Hablar de mí.Se supone se quien soy.Gran dilema.No sé si todos lo piensan lo preguntan.Las respuestas ni certeras ni veraces.Desaparecen con la duda. Por momentos fraccionadas.Me detengo, no me animo a continuar, algo me lo impide.Es asomarme a mis confesiones.Si bien me motivé  antes del título, que no tardé en hallar.Encontrado ahora me siento obligado a desarrollarlo, mas en reflexión se transforma en un obstáculo insalvable. Medito, me detengo,no diré nada, además,salvo como ejercicio personal,¿a quién puede interesarle?Como mucho contagiarte,que intentes hacer lo mismo.
Si es así que lo disfrutes o quizá lo sufras.

Veji

viernes, 17 de marzo de 2017

Nº 30. El laberinto. Título Soy mi jefe.


Lo soy. Quien otro puede mandar en mi vida, si no creo en Dios.Si no me entrego a él como regidor de mi destino.Sí lo acepto a este último en la medida que los acontecimientos se van sucediendo.No me preocupa la meta final en cuanto a paraísos o infiernos.Ejerzo, como diría Cesare Pavese, el oficio de vivir.Hermoso oficio con todo lo que ello implica-Trato de tomar las direcciones que a su vez marcan su sendero.Entonces ¿qué?.Porque hay algo fundamental que todo lo condiciona.El tiempo.Transcurre cual escultor silencioso,invisible.No solo nos va esculpiendo sino acumulando hechos, grabando memorias. Para bien, para mal. Nostalgiosa.  Guardada en una gaveta que mas de una vez nos negamos a abrir. A pesar de nuestra voluntad, de pronto se abre sola.
Dije soy mi jefe.Es posible que a pesar de mi empeño, voluntad, mi firme decisión por desempeñar ese papel,no haya podido ser y seré una importante hoja al viento.Afirmo importante porque toda hoja lo es.Sumada a las otras ya secas tapizan el suelo,crujiendo cuando son pisadas,fertilizando la tierra con sus aportes.

Veji.

jueves, 9 de marzo de 2017

Nº 29.El laberinto. Antonio Pigafetta.


1942.Cursaba 2º año  del secundario en el Colegio Nacional Nicolás Avellandeda, turno tarde. Mi familia había sido devastada por una tremenda tragedia, y yo un preadolescente,cargaba con mi cuadro de dolor. A pesar de ello cumplía con mis obligaciones de estudiante a tal punto que mis notas eran más que buenas.
En historia nos sumergíamos en las proezas de navegantes y descubridores, En mi hogar abundaban los libros, entre ellos las novelas y biografías escritas por Stefan Zweig, de trágico final en Brasil al envenenarse junto a su esposa, enterado de la persecución de los judíos (el lo era) en la Alemania nazi.
Yo tenía muy fresca la lectura de su biografía de Magallanes (libro que aún conservo). En clase el profesor preguntó si algún alumno tenía un comentario sobre el tema. Levanté mi mano,parado al lado del pupitre, todavía con mis pantalones cortos, pronuncié la palabra Pigafetta,los chicos se pusieron a reir. El profesor los hizo callar y así pude desarrollar mi relato.Había acompañado a Magallanes, con el casi pierde la vida, continuó con El Cano hasta regresar a España. En total 18 sobrevivientes. Durante los 3 años de navegación había llevado minuciosamente día por día registro de todo. Accidentes geográficos,aventuras, desventuras, razas, idiomas y un larguísimo etc. sin saltearse una sola jornada. Sin embargo al navegar hacia el oeste no coincidía en dos días con la fecha europea
Conocido este fenómeno, Julio Verne. se basó en él para hacerlo vencedor al apostador de su historia.
Volviendo a lo mío el profesor  me trató con particular deferencia hasta el fin de las clases.
Ese día regresé a mi casa feliz. Por fin, entre tanta tristeza presidida por la muerte, había logrado encontrar un sendero tenuemente luminoso,en ese laberinto tan sombrío.