jueves, 18 de agosto de 2016

Nº 18. El laberinto.. No tengo tema.


Pretender mantener un ritmo temático con el fin de cumplir con ese propósito,produce o puede producir un vacío.En su búsqueda parece crecer una presión interior, camino al desconcierto ya  que uno siente encontrarse en un agujero negro, sin vislumbre de luz alguna, pero sí con muchos destellos compuestos por títulos, temas, sin contenido inspirador.Por lo menos capaces de impulsarme, actuar cual musa.En cambio actúa un fulminante apagador de ese destello.Caer en un no uso.Mision  imposible.En cambio se apropia del espíritu una desazón, impotencia cercana o componente depresivo.Puro desgano.Página en blanco.
De pronto se me ocurre,¿no es tema inspirador el no tema?Es, parangonando el trayecto , la aventura del explorador frustrado,fracasado.El relato de su fracaso, aquí el tema, el no tema,si este constituía el objetivo central.Pienso entonces en mi propósito de publicar un desarrollo encuadrado en un contexto llamado el laberinto.Sin pretenderlo, sin quererlo me impuse el compromiso de publicar.Error.
Dentro de El laberinto,lo que componen sus senderos intrincados.Recorrerlo, encontrar centro y salida con base temática.Esa que esta vez no pude encontrar.
Veré si estas reflexiones alrededor de un frustrado propósito las publico.
Sí, verán la luz.Disculpen

1 comentario:

  1. Querido doctor, es que con honestidad de mente creadora pero no impostora, ha dado en el centro del laberinto, el lugar más intrincado. Seguramente allí está el espacio que lo inquieta. Ya vendrá solo a su encuentro. Cariños.

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